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La
colonización de Sierra Morena y Andalucía de 1767-1768 y |
el Fuero de
las Nuevas Poblaciones |
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En todos los textos que tratan con una cierta
extensión sobre Pedro Rodríguez de Campomanes se le considera como manteísta
y se citan las clases de estudiantes de aquel tiempo de "manteístas" y "colegiales".
Todo ello sin casi ninguna explicación y por tanto dejando al lector casual,
como yo, en la incógnita del significado de estas dos expresiones y de la
importancia que puedan tener en la ideología de Campomanes y en sus
proyectos. |
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Manteístas y colegiales |
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Entre los estudiantes de las universidades
castellanas de aquella época había una división en dos grupos entre los que
había una notable diferencia con respecto a su situación económica y social
y que tenía una proyección y unos efectos posteriores en la vida política y
social: "manteístas" y "colegiales". |
Los "colegiales" (hijos de familias nobles y
adineradas) vivían, pagando o con ayuda exterior, en cualquiera de los
diversos colegios de cerca de las universidades y se caracterizaban por una
parte de su vestido llamada "beca" que era una banda cruzada en el pecho de
hombro a hombro y que colgaba por la espalda sobre el manto. Este nombre,
"beca", después pasó a significar la pensión o ayuda que recibieran. |
Los "manteístas" (que eran de clase social
inferior y con menos fortuna) vivían en pupilaje, pensiones o casas
particulares. De estos los más afortunados trabajaban como paje de algún
obispo, magistrado o cualquier otro personaje de relieve y de esta manera
conseguían cierta categoría y protección para acceder a algún lugar
importante en el futuro. Los más pobres o desafortunados buscaban la caridad
de los conventos y el alimento de sopa boba (1); eran, por este
motivo, conocidos también como "estudiantes de la sopa".El nombre de "manteísta"
venía de su vestido peculiar que era una sotana y una capa larga o manteo
con prohibición de llevar cualquier adorno que indicase una cierta
superioridad o riqueza. Cuanto más maltrecho estuviese este vestido mejor ya
que así mostraba cierta antigüedad y incluso siendo nuevo era costumbre
ensuciarlo y desgarrarlo para darle esta categoría. |
El grupo de "colegiales" ya se había convertido
hacía muchos años en un grupo cerrado, selectivo y minoritario que incluso
exigía una limpieza de sangre y linaje (que no hubiera en los ascendentes
"ni judíos, ni moros, ni conversos ") para acceder a él; así los colegios
mayores llegaron a ser un patrimonio exclusivo de un pequeño número de
familias hasta el punto de que tanto desde los cargos eclesiásticos,
públicos y de poder político como desde los cargos que iban consiguiendo
dentro de las universidades controlaban la entrada de nuevos "colegiales" o
facilitaban y financiaban la entrada de familiares o conocidos. La oposición
para entrar en un colegio llegó a ser una mera fórmula o simulacro de
oposición: el nombramiento de nuevos colegiales lo hacían los antiguos que
residiendo en Madrid ocupaban puestos principales; eran los nombrados "hacedores".
El mismo método se aplicaba en la entrega de títulos o para los resultados
de oposiciones y concursos. |
Por ignorantes que fueran los "colegiales" sólo
salían de los colegios para ocupar un lugar en alguna audiencia, canonjía o
cualquier otro plaza de menor importancia; de este modo se estableció un
pacto entre "hacedores" y "colegiales". |
La enseñanza decayó cada vez más por el
desastroso estado al que llegaron estas escuelas en el siglo XVII y
comienzos de XVIII, por la mala influencia de los colegios mayores que
alejaban a los buenos maestros, toleraban la ausencia de los alumnos, hacían
ilusorios los ejercicios académicos, dispensaban cursos, otorgaban e
incorporaban grados indebidamente, tiranizaban a claustros y rectores, y no
permitían por interés propio que se hiciera ninguna reforma. |
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En el libro "De la Instrucción Pública en
España" de Antonio Gil de Zarate, de 1855, se encuentra una buena
información sobre este tema (tomo 2, capítulos IV y V) y sobre la Facultad de
Jurisprudencia o Junta de Prácticas, sobre los planes de estudio y sobre la
obtención, en aquellos tiempos, del título de "Cánones y Leyes" (tomo 3, capítulo VII). Es una buena ayuda para cuando uno empieza a preguntarse
sobre la formación de Campomanes. |
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(1) La "sopa boba" era el alimento, hecho con
la mezcla de restos del menú diario, que se daba a cambio de alguna
actuación (música, trova o poesía) a los llamados "sopistas" en las posadas
o fondas; también se conoce con este nombre la sopa que se daba en los
conventos a los pobres o sin techo que iban pidiendo caridad. |
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